El intendente de Maldonado, Enrique Antía, busca impulsar ese nicho turístico. Por ahora, la legislación solo habilita los matrimonios si un integrante de la pareja es uruguayo.
Unos meses antes del verano, el gobierno uruguayo organizó un evento de lanzamiento de la temporada 2023 en la sede de una escuela de oficios especializada en gastronomía, en Punta del Este. Al dar su discurso, el intendente de Maldonado, Enrique Antía, contó que en ese mismo lugar, días atrás, había tenido que celebrar un casamiento y que la semana siguiente tenía que casar a otra pareja en un parador sobre la Playa Brava.
La anécdota le servía para contar lo que cree que se transformará en una tendencia: el turismo de bodas. “Ahí tenemos muchas posibilidades”, dijo en ese evento de lanzamiento, desarrollado en noviembre de 2022. “El turismo de boda es un destino que se nos viene. Lo tenemos que aprovechar. La gente elige este lugar para casarse porque somos buena onda”, aseguró al público que lo escuchaba.
A diez meses de aquel comentario, el intendente de Maldonado da un paso más en esa idea que ve con potencial para captar turistas extranjeros. Este jueves, en un almuerzo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing, el jefe departamental informó que la intendencia presentará un proyecto de ley para que los extranjeros puedan contraer matrimonio entre sí en Uruguay. Esta posibilidad está habilitada actualmente solo para quienes se casen con un uruguayo.
Entre enero de 2022 y agosto de 2023 se realizaron 600 casamientos en el departamento, de los cuales 80 fueron de extranjeros, según los datos que aportó Antía en el almuerzo empresarial, según consignó El Observador.
En su presentación dijo que el turismo de boda es un sector que se descubrió recientemente en el departamento y que ha llamado la atención de varios visitantes. Desde la intendencia le pedirán al gobierno nacional que flexibilice la normativa de forma permita el matrimonio entre personas que no tengan la nacionalidad uruguaya.
El director de Turismo de Maldonado, Martín Laventure, dijo que la extensión del matrimonio legal a extranjeros permitiría que “siga creciendo el segmento turístico de bodas”, una tendencia que ha aumentado en el último tiempo. Esta opción involucra varias oportunidades de negocio y trabajo para el departamento. “Si te vas a casar, no estás en la ciudad solamente el día del casamiento. Vas unos días antes y te vas unos días después”, comentó como ejemplo.
Más allá de este impulso del sector público, el impulso al turismo de bodas había sido planteado en 2019 por la Cámara de Comercio y Negocios LGTB de Uruguay, formada por empresarios especializados en ese segmento.
En el marco de la campaña electoral de ese año, la gremial invitó a los partidos políticos que se postulaban a las elecciones para hacerles algunas propuestas. El presidente de la Cámara LGTB, Adrián Russo, aseguró que la aprobación del matrimonio igualitario da oportunidades.
“Es importante para la economía el turismo de bodas y nuestro país tiene mucho para dar. (…) Hay que verlo del lado que hay países tan cerrados en temas LGTB, como Paraguay o Brasil, y con esto se pueden abrir caminos para que los extranjeros se puedan casar y luego puedan volver a sus países para que la corte los reconozca. Esa es una forma de abrir derechos”, dijo el empresario en ese evento, según publicó entonces el portal 180.
Intendentes que pueden casar
En la Ley de Presupuesto –una de las primeras normas que el gobierno de Luis Lacalle Pou envió al Parlamento– se habilitó que los funcionarios de las intendencias y municipios de Uruguay puedan celebrar casamientos, así como expedir partidas de nacimiento y de defunción.
En el verano de 2022, Antía celebró por primera vez un casamiento. En esa ocasión, destacó que la medida incluida en el presupuesto ayuda a la “descentralización” del país. Por esa fecha, el intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, también llevó a cabo su primer casamiento, que marcó un hecho sin precedentes.
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• Fuente: Infobae
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