Desde que se desató el coronavirus, la mayoría de extranjeros que se instalaron en el balneario de José Ignacio provienen de Argentina. La expectativa del mercado inmobiliario es poder mantener esta tendencia más allá de la pandemia.
"Mis hijos van al colegio en Punta del Este y siempre había que llevarlos en auto. Pero ahora, con la cantidad de gente que hay en José Ignacio, pusieron una combi", contó un empresario uruguayo que vive en ese exclusivo balneario de Maldonado.
La mayoría de los que se instalan allí, son extranjeros, mayoritariamente argentinos que llegaron a Uruguay tras desatarse la pandemia. En busca de un lugar más tranquilo, muchos cruzan el Río de la Plata y se decidieron por José Ignacio.
Esto también impulsa la oferta del mercado inmobiliario y genera expectativas para cuando las fronteras se vuelvan a abrir.
Al comienzo del 2020, la mayoría de los ciudadanos argentinos que comenzaron a tramitar la residencia uruguaya, pensaban llegar a Punta del Este. Sin embargo, conforme al paso del tiempo, José Ignacio fue ganando lugar y hoy en día resulta un atractivo para muchos.
Uno de los operadores inmobiliarios de la zona y propietario de José Ignacio Arts & Entertainment, Nelson Blanco, comentó que los argentinos que han llegado "se muestran proactivos y con ganas de agrandar su capital en la zona".
Por fuera de los que tienen intenciones de comprar una propiedad, Blanco comentó que conoce de muchos clientes que están buscando un lugar para abrir un negocio o desarrollar un emprendimiento. "Esas cosas están pasando y de a poco comienzan a impactar en el mercado de Maldonado y en el de José Ignacio de manera mucho más directa", agregó.
Si bien la mayor llegada de extranjeros se concentra en Punta del Este, lugares como José Ignacio están llamando la atención por un contacto más estrecho con la naturaleza. Blanco contó que al comienzo de la pandemia no sucedía, lo que dejaba a la zona un poco más retrasada. "Creo que todo Punta del Este atrae, pero de a poco este lugar se está posicionando", explicó el empresario.
Este fenómeno que está comenzando a darse provoca que se requieran servicios durante todo el año. A modo de ejemplo, Blanco comentó que la panadería de la zona ahora está abierta con horario extendido, y que comercios de alimentos y librerías también tomaron la misma decisión.
La expectativa es poder mantener esta tendencia una vez que las fronteras se abran. Esto demandaría más llegada de argentinos. Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este - Maldonado, comentó que José Ignacio viene siendo una "bisagra".
Según las proyecciones de los operadores, una vez que los extranjeros puedan llegar a Uruguay "habrá grandes movimientos" en el mercado y algunas zonas que se veían rezagadas, cobrarán más protagonismo.
"Los argentinos están mirando con buenos ojos esa zona y eso ya se está viendo. Pero habrá que esperar para saber si es una tendencia o no", explicó Sena.
Tanto Blanco como Sena coincidieron que el desafío será cómo hacer para seguir captando este tipo de público. Al ser un lugar que apuesta por lo natural, la idea es no perder esta característica y seguir generando inversiones que no tengan un impacto negativo para el entorno.
NO PERDER PISADA
"Esto confirma que no hay que perder pisada", sostuvo el propietario de Bistiancic Propiedades, Francisco Bistiancic. El operador explicó que es necesario que las fronteras se abran lo antes posible, porque si no muchos de lo que están tramitando la residencia en Uruguay, pueden llegar a desistir.
Por lo pronto, recomendó seguir atrayendo a este tipo de inversores, sin dejar de lado la esencia del balneario.
Los operadores consultados prefirieron no hacen proyecciones en cuanto a cómo estarán los precios, si llegan más argentinos. "Es un mercado que se regula por la oferta y la demanda, pero no es lineal", apuntó Blanco.
Sena, por su parte, cree que cuando los extranjeros se instalen el rubro inmobiliario de la zona "reflorecerá". "Está todo en nuestra manos. Lo que está pasando en José Ignacio, lo confirma", afirmó.