El 2021 acabó con más de 40 pedidos por día, un incremento del 44% respecto al año anterior.
Uruguay abrió sus fronteras a extranjeros recién en noviembre de 2021. Previo a eso, solamente ingresaban los ciudadanos uruguayos o los residentes extranjeros. En ese contextó, el 2021 terminó para el país con un récord de solicitudes de residencia ante el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La situación sorprendió, incluso, a los técnicos de Cancillería, informó el diario El País. En octubre, por ejemplo, vieron superados sus pronósticos más optimistas. Lo que sucedió fue, sobre todo, que hubo una avalancha de pedidos de residencia de argentinos.
Durante el año pasado, se iniciaron 14.926 trámites para la obtención de la residencia uruguaya. Eso significa más de cuarenta por día y un aumento del 44% con respecto al 2020. De todos esos trámites, el 84% fue solicitado por argentinos, según mostraron los datos de la Cancillería en Uruguay.
“Por ahora esta inmigración es un fenómeno a atender: cabría esperarse un peso grande en lo económico en las principales zonas en las que se dan las inversiones, aunque (este récord de residencias) no mueve la aguja en la marcha poblacional del país”, comentó el demógrafo Martín Koolhaas del Programa de Población de la Universidad de la República.
La situación sería otra si fueran a vivir unas 14.000 personas nuevas cada año, dice Koolhaas y agrega que “la migración siempre es incierta y la pandemia agregó todavía más incertidumbre”. Sin embargo, dentro de las cifras solamente de enero de 2022, la tendencia se mantiene. La tendencia fue de 1.261 pedidos en un mes, dentro de los cuales 862 fueron de argentinos.
En Uruguay las revistas con famosos argentinos que vinieron a vivir al país desde que estalló la pandemia, como Susana Giménez, Valeria Lynch, Mónica Gonzaga, Ricardo Darín, Oscar González Oro, ya son comunes. Lo mismo sucede en un barrio de Punta del Este llamado Manantiales, donde los locales dicen que está naciendo el “Puerto Madero uruguayo” porque allí la mayoría de los propietarios de esta zona de chacras, barrios cerrados y viñedos son argentinos.
“Por ahora no hay grandes señales de cambios migratorios y es probable que Uruguay mantenga su perfil mixto: los que llegan y los que se van se complementan”, señaló el demógrafo.
De hecho, Adela Pellegrino, una de las fundadoras de los estudios de población en el país, ya había comentado que las naciones como Uruguay, pequeñas, suelen ser “expulsores de población”.
Quienes se van en Uruguay, suelen irse a países con rentas más caras. Koolhaas coincidió y dijo que “es probable” que siga habiendo “uruguayos que viven con lo justo o que quieren progresar económicamente y tengan la tentación de irse a países como España o Estados Unidos en donde hay redes ya consolidadas”.
A pesar de eso, Uruguay “mantiene una serie de políticas migratorias que son amigables con los recién llegados y que hacen de Uruguay un destino seguro para los inmigrantes”. Por esa razón, es esperable que se mantengan los ingresos y los egresos de personas.