Sin embargo, hubo recorte de gastos y menos días de vacaciones. El promedio pasó de 6 a 5 días de reservas de alojamientos.
Terminó el primer mes del año y con él llegaron los primeros balances de la temporada de verano en Punta del Este. Enero suele ser el fuerte del balneario más exclusivo de Uruguay, y a pesar del dólar turista, la falta de argentinos se sintió muy levemente.
Se evidenció apenas un 5% menos de turistas del otro lado del río en comparación con el año pasado.
El impuesto del 30% para el dólar turista impactó de lleno en Uruguay. A pesar del pronóstico negativo desde el país vecino aseguraron que los argentinos estuvieron presentes en las playas uruguayas aunque fueron muy ahorrativos con sus gastos.
Si comparamos los precios de los alquileres promedio contratados por los argentinos en enero de este año con los del año pasado, podemos decir que el poder de compra bajó un 5%. Es que los precios en promedio en Punta del Este bajaron un 11%, pero los argentinos alquilaron las propiedades en promedio un 16% por debajo.
Este año lo que reinó en las playas uruguayas fue la negociación. El público de clase media que decidió veranear en Punta del Este optó por el regateo para así obtener rebajas en el hospedaje. Además, se observó que este año los turistas argentinos resignaron días para abaratar los costos.
La cantidad de días promedio de alquiler pasó de 6 a 5 días.
Este año, a diferencia de 2019, febrero se posicionó con más fuerza. En principio, porque los precios de los alojamientos tienen una baja en promedio del 20%. Este año tenemos el fin de semana de carnaval que hace que febrero se convierta en un mes muy atractivo.
Si bien el pronóstico era poco alentador, la temporada se viene desarrollando mejor de lo esperado. Durante diciembre se estimaba hasta un 25% menos de turistas, pero a la fecha con los nuevos datos revelados, se pronostica que para el cierre de la temporada, la disminución de turistas sólo será un 15% con respecto a 2019.