Estudios de diseño, chefs de la talla de Francis Mallmann y un ambiente campestre que hace contrapeso a la vida balnearia componen la propuesta exclusiva de dos bodegas esteñas.
Empresarios importantes, estudios encumbrados y chefs de primera línea respaldan los emprendimientos de enoturismo y aceite que se consolidan en las afueras de Punta del Este. Ya no son una escapada para los días nublados durante las vacaciones, sino sólidas propuestas que se apalancan en la idea de buena vida. Ya sea en versión activa (trekking o bicicleta), picnic, o menú de varios pasos, la clave es no perderse la degustación.
VIÑA EDÉN
Enoturismo de lujo
Sobre el Kilómetro 26 de la Ruta 12, a 40 km de Punta del Este, se eleva el llamativo edificio de la Bodega Viña Edén, propiedad de una pareja de brasileños, que llegaron a Uruguay en busca de un cambio de vida. Al ver los suelos minerales y la influencia oceánica de la zona de Pueblo Edén, Mauricio Zlatkin y Rosane Arkader se dieron cuenta de que tenían un terroir igual al de la región francesa de la Champagne, perfecto para la producción vitivinícola. Así, esta pareja de emprendedores asumió el desafío de ser primera generación de bodegueros. Visitaron decenas de bodegas en el mundo, y en 2009 plantaron viñas de Tannat, Merlot, Pinot Noir, Marselán y Chardonnay traídas de Francia.
En 2016 inauguraron la bodega restaurante, desarrollada por Fábrica de Paisaje, un estudio montevideano especializado en plantas industriales. La estructura, sobre la ladera del Cerro Negro, combina vidrio, acero Corten y piedras del lugar, y genera toda su energía con paneles solares y molinos eólicos. Su diseño high tech en tres niveles ganó premios internacionales y busca utilizar la fuerza de gravedad para los movimientos de la uva y el mosto en las etapas de elaboración del vino. En este largo y dedicado camino de producción, Viña Edén ya lleva 16 etiquetas lanzadas al mercado, con dos más –un Marselán y un Pinot Noir– que saldrán al mercado en los próximos meses.
Entre sus vinos alta gama Viña Edén se destacan los multipremiados espumosos Sur Lies, elaborados con el método champenoise y los Brut Nature blanco y rosé; el blanco Chardonnay, recientemente galardonado como el mejor de Uruguay; el Tannat Cemento, fermentado y añejado en tanques italianos de hormigón, y el ícono de la bodega, el tinto Cerro Negro Gran Reserva, un blend de Merlot, Marselán y Tannat. Además de las visitas guiadas por los viñedos y las modernas instalaciones, el visitante puede disfrutar de un almuerzo en la terraza del restaurante cuya vista panorámica hipnotiza, o celebrar un picnic a la sombra de árboles nativos centenarios. En temporada se ofrecerán clases de yoga y meditación en el viñedo. Las mascotas son bienvenidas.
Desde u$s 15 la visita a la bodega, u$s 115 el menú de tres pasos con degustación. www.vinaeden.com
GARZÓN
Viaje sensorial
En 2011, Alejandro y Bettina Bulgheroni imaginaron una pequeña Toscana en Uruguay. Así nació la planta boutique Colinas de Garzón, rodeada de 500 hectáreas de olivos traídos de Italia, España, Francia, Israel y Argentina. Hoy en día es la productora del aceite de oliva extra virgen más premiado del país vecino. La visita consiste en un tour por los olivares y la fábrica, más la cata de tres aceites: el verde-bivarietal, un blend de Coratina y Arbequina; el dorado-trivarietal, que fusiona Coratina, Barnea y Picual; y el rojo, el corte italiano que integra Frantoio y Leccino. La degustación se acompaña con pan de campo, quesos y aceitunas.
Unos kilómetros más hacia el norte –la estancia tiene aproximadamente 5.000 hectáreas–, se llega a la reconocida Bodega Garzón, en el cuarto puesto del top 5 de Mejores Bodegas del Mundo. Inaugurada en 2016, su estructura está encallada en la sierra y ofrece una vista panorámica impactante. Su moderno edificio cuenta con certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) y es 100% autosustentable. Además del recorrido por las áreas de producción y los viñedos, el tour incluye una degustación de los vinos más exclusivos entre los que se destacan los varietales de Tannat y Albariño, y el icónico Balasto 2018, un blend de Tannat, Cabernet Franc, Petit Verdot, Merlot y Marselán, de la línea Reserva. Son vinos de gran calidad que revelan, en palabras de Alejandro P. Bulgheroni, “una gran personalidad y un profundo sentido del lugar”.
El restaurante ofrece un menú breve, pensado para acompañar los vinos de la bodega, creada por el chef residente Ricki Motta con la supervisión de Francis Mallmann, director culinario. También se puede reservar picnic entre los viñedos con paseo en bicicleta eléctrica o solicitar la experiencia completa: un tour que integre el aceite de oliva y el vino.
También hay caminatas con binoculares para el avistaje de aves y fauna nativa. Ideal para ir a pasar el día con chicos. Reservar con anticipación. www.bodega-garzon-turismo.meitre.com
Almuerzo u$s 65. Los programas de enoturismo (picnic, senderismo, clases de cocina) están disponibles de viernes a domingo.