Dos experiencias distintas que valoran lo que ofrece el balneario. Mandy Buzzetti, que ya se mudó al balneario, y Richard Mattos, que planea hacerlo en el corto plazo, cuentan sus experiencias. En la ciudad esteña se están realizando charlas para resolver dudas de los interesados en mudarse allí.
Punta del Este recibe por estos meses a una enorme cantidad de argentinos que pretenden instalarse de manera permanente en Uruguay.
Es una constatación del mercado inmobiliario, de los asesores legales, de los servicios de salud y de los centros educativos.
Si bien el movimiento migratorio entre los dos países es histórico y permanente, en los últimos tiempos se constató a una importante corriente hacia Punta del Este, donde además, funciona una oficina consular.
En el último tramo de la administración de Mauricio Macri y después del resultado de las elecciones que dieron como ganador a Alberto Fernández el número de consultas se disparó, según explicaron operadores inmobiliarios, responsables de establecimientos educativos y comerciantes puntaesteños.
Ahora, más recientemente -a comienzos del mes de enero- este fenómeno cobró nuevamente fuerza a raíz del anuncio del gobierno electo de Luis Lacalle Pou de plantear algunas facilidades para la radicación de extranjeros.
Cada historia de un argentino que deciden partir e instalarse en Uruguay es única, pero el elemento en común es que se trata de empresarios de distinto porte o ejecutivos de empresas que tienen un nivel adquisitivo medio, medio alto y alto.
Dos de esas muchas historias: la de Mandy Buzzetti, que vivía en Lomas de San Isidro, provincia de Buenos Aires, y ya se instaló en el este con su familia, y la de Richard Mattos, que vive en Pilar y que a mitad de año espera concretar la mudanza junto con su familia.
