Desde la playa Mansa de Punta del Este se divisa la Isla Gorriti, una reserva natural donde no está permitido nuevas construcciones, pero a donde sí están permitidas las visitas para recorrer sus senderos, pasar el día en sus playas o hacer asados en los quinchos con parrillero dispuestos para este fin. Cuando el clima lo permite, la isla recibe más de 500 visitantes cada día durante el verano.
Está ubicada justo en frente al puerto de Punta del Este. Si bien oficialmente está en el Río de la Plata (su límite es la península de Punta del Este), está rodeada del agua salobre y transparente del Océano Atlántico. La isla tiene una superficie de 21 hectáreas, se extiende 1,7 kilómetros de largo, 700 metros de ancho en su parte más ancha y 160 metros en la zona más angosta.
En verano, los visitantes se congregan mayormente en sus dos playas. Hacia el oeste se encuentra la Playa Honda, formada por una bahía que ofrece resguardo y funciona como un puerto natural para los yates y veleros que se reúnen en cantidad durante los meses de verano para hacer fiestas en el entorno de la isla.
Orientada al norte, se encuentra la playa Puerto Jardín. Ambas playas son tranquilas, tienen poco oleaje, ideales para la práctica de deportes acuáticos y sus aguas son levemente más cálidas que en las playas continentales de Punta del Este. Cada playa tiene su propio parador que permanece abierto desde el mediodía hasta las 19 horas.
No solo en verano la Isla Gorriti es un buen paseo, entre los meses de agosto y noviembre es un excelente sitio para el avistamiento de ballenas. Además, no solo las playas cautivan a los turistas, la forestación de la isla y sus restos históricos, como los cañones de la época colonial del Puerto Cañón, atraen la atención de los visitantes.
Cómo llegar a la Isla Gorriti
Desde el puerto de Punta del Este se puede contratar el traslado a la Isla Gorriti en diversas embarcaciones, que atracan en un pequeño muelle de la isla situado en el lado este, conocido como Puerto Cañón. El viaje hasta la isla dura solamente quince minutos.
Desde el Puerto Cañón, hay senderos señalizados que atraviesan la vegetación hasta las playas y los puntos de interés histórico. Hay que estar atento a la última hora de retorno de las embarcaciones, ya que no está permitido pasar la noche ni acampar en la isla. La hora de retorno es cerca de las 20 horas.
Durante el verano, los traslados tienen una frecuencia de media hora. El viaje se puede contratar en los muelles en el momento, así que no es preciso hacer reservas.
Historia
En 1527 la isla fue avistada por el marino español Diego García de Moguer, quien la bautizó con el nombre de Isla de las Palmas. Por entonces no estaba el bosque de pinos que conocemos hoy, la flora original era un puñado de palmeras, nacidas de las semillas traídas por las gaviotas y los patos que venían del continente.
Luego pasó a llamarse Isla Maldonado, cuando el rey Felipe II, en un proyecto que nunca se llevó a cabo, pretendía poblar la isla para que funcionara como salida de los barcos que llevarían la plata de la mina de Potosí. El proyecto no se llevó a cabo porque cesaron los trabajos en Potosí.
En la época colonial, los españoles construyeron una fortificación en la isla para frenar el avance de los portugueses hacia el Río de la Plata. La isla se conviritó desde entonces en centro de la Real Compañía Marítima.
El nombre Isla Maldonado fue sustituido luego por el apellido del vasco Francisco Gorriti, Comandante militar de Montevideo, quien en 1752 fue encarcelado en la isla durante un año, por negarse a participar en una expedición militar contra los indígenas de la región. La encarcelación se hizo tan conocida, que el nombre de la isla derivó en Isla Gorriti.
Otro hecho peculiar, es que en la Isla Gorriti nació en 1769 el poeta y abogado Pedro Medrano, hijo de bonaerenses por entonces exiliados. Medrano participó en varios acontecimientos políticos que culminaron con la Independencia de Argentina.
Hacia 1806, la isla fue bombardeada por los británicos durante dos días, tras los cuales fue rendida. Funcionó desde entonces y por algún tiempo como cementerio británico.
El puñado de palmeras que constituía la vegetación original de la isla, desapareció tras un incendio a fines de siglo XIX. Siendo Gorlero el Intendente de Maldonado, se ordenó reforestar la isla, para lo cual se trajeron pinos marítimos, originarios de la región mediterránea.
Por ser escenario de estos variados y peculiares hechos históricos, actualmente, la Isla Gorriti está declarada Patrimonio Histórico Nacional.