Renta en dólares, seguridad jurídica y estabilidad socioeconómica son los principales atributos que ofrece Uruguay a los inversores. Las oportunidades del mercado y los proyectos que hay que seguir.
Desde hace ya varios años Uruguay es uno de los sitios que más seducen a los argentinos a la hora de invertir. Para los especialistas del sector no hay una sola razón que explique el fenómeno, sino que es multicausal. Por un lado, los precios y la posibilidad de obtener una renta en dólares; y, por otro, la seguridad jurídica y las leyes que incentivan la apuesta en los ladrillos.
Alejandra Covello, directora de Covello Propiedades, reafirma que el mercado está en crecimiento y tiene una gran demanda por parte de argentinos, enfocada principalmente en Punta del Este y Montevideo; y con oportunidades en Carmelo y Colonia. En este sentido, Covello destaca dos tendencias: en Punta del Este hay mayores interesados en vivir -y, según el gobierno uruguayo, hay 25.000 nuevos argentinos residentes de la ciudad- y a Montevideo lo eligen aquellos con una mentalidad más inversora, que buscan una renta que promedia 5% en dólares. “Tiene precios más accesibles, la posibilidad de alquilar todo el año y una buena rentabilidad en dólares”, asegura. Por ejemplo, en Montevideo se puede comprar un monoambiente por entre US$ 70.000 y US$ 100.000. “Si se hace una comparación, en Montevideo se puede comprar un dos ambientes por US$ 200.000 y en Argentina por US$ 140.000. Ahora, en Argentina da US$ 250 de renta bruta y en Uruguay US$ 600”, dice Covello.
Entre los principales atractivos del país, Covello destaca la seguridad jurídica, la carga fiscal intermedia, la renta en dólares, la posibilidad de acceder a financiamiento y la estabilidad socioeconómica. En este sentido, Gustavo Pereira, titular de la comercializadora uruguaya Amarras, asegura: “Lo que busca el inversor argentino es estabilidad y previsibilidad, y en eso Uruguay tiene credenciales que están a la vista”. El ejecutivo explica que el mercado está movido por dos vertientes: uruguayos que aprovechan oportunidades en Punta del Este y el inversor argentino que está siempre en la demanda. “Tuvimos una cifra de ventas a clientes argentinos pero que constituyen un 30% de la demanda. Esto es porque son los clientes que han podido cruzar o son conocedores y pueden comprar sin venir a través de poderes. El 70% restante está expectante a poder venir para visitar las propiedades y poder cerrar operaciones”, cuenta.
En cuanto a las zonas, lo más demandado son propiedades en primera línea en La Barra de Manantiales y José Ignacio, así como propiedades en barrios cerrados en Punta del Este y en Montevideo. En un segundo orden estarían unidades pequeñas en barrios como Pocitos, Cordón y Buceo, en Montevideo, con un fin de pura inversión. “Hay proyectos como Lyra, en la rambla de Montevideo, de Campiglia, un desarrollador muy importante donde las unidades arrancan en US$ 120.000”, cuenta Covello. También hay proyectos que la ejecutiva define como “caballito de batalla” por la calidad y por tener un ticket intermedio, como Aquarela, en la parada 18 de la Mansa; o Look Brava, en la parada 10 de la Brava y a 100 metros del mar, donde se encuentra la torre de 26 pisos. También Altamar, un complejo de cuatro edificios aterrazados de 3 y 4 niveles con cocheras y bauleras subterráneas ubicado en lo más alto de Punta Ballena. O BeOne en Montevideo y Art Tower, con un diseño 360 grados que permite disfrutar de los atardeceres de playa Mansa y de la Brava.
En este sentido, Pereira destaca que hay muchas construcciones de nicho con un fin específico orientadas a la renta. Por ejemplo, La Cañada, en Maldonado pero muy cerca de la playa y del centro cívico de la ciudad. Se trata de un edificio de cinco pisos con unos 40 departamentos diseñados para vivir todo el año y que deja a los propietarios rentabilidades del 6% en dólares. “Tenemos otro proyecto en Montevideo con exenciones impositivas. Eminent, unidades de uno y de dos dormitorios con tickets del orden de los US$ 100.000; con rentabilidades del orden del 5% y con la posibilidad de financiar la compra de estas unidades”, destaca. En Punta del Este se concentran varios de los proyectos de residencias premium, uno de los más buscados por los inversores inmobiliarios argentinos.
“El mercado uruguayo ofrece grandes vistas, un cambio de vida, y desde nuestro proyecto tenemos una financiación del Banco Itaú Uruguay que apoyó el desarrollo del proyecto desde sus inicios y hoy facilita a los clientes la posibilidad de financiar hasta el 70% del precio de venta con diferentes líneas de crédito flexibles con plazos de hasta 20 años”, cuenta Mariano Vega, gerente general de RAGHSA que desarrolla junto a Criba Le Parc Punta del Este Torre III. Ubicada en la parada 9 y ½, en la Rambla Lorenzo Batlle Pacheco, cuenta con 24 pisos y residencias de 3 y 4 dormitorios en suite frente al mar en playa Brava. Entre sus amenities, se destacan las tres piscinas climatizadas, solarium, amplios jardines y juegos al aire libre para todas las edades, salones parrilleros, un gimnasio con aparatos, salón para clases de gimnasia, spa y salón de belleza. “Esta nueva vía de financiación, que se instaló en 2020, tuvo una gran aceptación por parte de nuestros clientes; a la fecha, el 10% de las unidades de la tercera torre se han vendido a través de estos créditos bancarios”, asegura Vega. Los precios arrancan en US$ 3.300 el m2.
Por su parte, el Fendi Château, del Château Group -que en Punta del Este desarrolló Coral Tower, Beverly Tower y Le Jardin Residence-, espera estar listo para fin de año. Se trata de dos torres de 27 pisos sobre la parada 17 de playa Mansa, con 230 metros de largo sobre la bahía y el mar y 5.000 m2 de áreas de esparcimiento en lo que denominan el Club Château. Salón de fiestas, business center, cancha de tenis y de fútbol, spa, peluquería, piscina y restaurante son los ejes principales del club. “Es un proyecto espectacular, de altísimo nivel. Tenemos vendido el 62% y tenemos muchas consultas de posibles compradores”, cuenta Sergio Grosskopf, titular del Grupo Château, que estima el valor de venta entre US$ 5.500 y US$ 6.000 el m2. Así, los departamentos oscilan en una escala de US$ 1,2 millón a US$ 3,4 millones. El empresario destaca la “tranquilidad” que ofrece el mercado uruguayo como alternativa de inversión. “Los desarrolladores tenemos promoción de inversión, beneficios fiscales y libre de impuestos. Los inversores encuentran una inversión segura: pueden operar libremente o recibir y pagar dólares”, enfatiza.
Otro proyecto que está en desarrollo en la ciudad es la Trump Tower Punta del Este, que en medio de una disputa entre accionistas, y casi una década después de su lanzamiento, retoma las obras, con el objetivo de una inauguración el próximo año. “Hoy no tenemos un precio definido porque el mercado es el que manda. Hay variables que van a jugar en definir el precio del m2 cuando pongamos las unidades a la venta”, cuenta Jorge Garber, representante de los dueños de las unidades. La torre -con la última tecnología en construcción- cuenta con 25 pisos, más de 150 unidades y 12.000 m2 de amenities de lujo, como una de las piscinas más grandes de Sudamérica, cancha de tenis techada para que pueda jugarse el ATP y un helipuerto. Quedan disponibles para la venta unos 8.000 m2, que saldrán al mercado cuando esté más claro el panorama de la construcción.
Juan José Etcheverrito, titular de Tiburón Desarrollos, explica que Punta del Este ofrece oportunidades para los argentinos que quieran invertir a buen precio y con posibilidades de obtener un renta. La desarrolladora -una empresa familiar con más de 85 años de trayectoria- se encuentra en la última etapa de Surfside Village, ubicado en la desembocadura de La Barra. Allí está terminando la primera de las siete torres de 24 pisos que espera levantar en un proyecto que demandará en total 20 años.
Se trata de un edificio con servicio de hotel, parador en la playa, cine, restaurante, gimnasio, kids zone y spa. Cuenta con 138 unidades habitacionales -desde estudio hasta departamentos de cuatro ambientes con dependencia- con precios que rondan entre los US$ 2.500 y US$ 5.500 el m2, dependiendo de la orientación y la altura. El 60% ya está vendido. “El 80% de nuestros clientes son argentinos, y en este momento hay mucha gente buscando instalarse en la costa uruguaya. Apuntamos a ese público, que son familias muy jóvenes con hijos chicos o adultos mayores”, asegura el ejecutivo. Como diferencial, Etcheverrito destaca la financiación propia a 10 años -120 cuotas- sin interés. “Es muy atractivo y tentador para que la gente pueda venir con un pago inicial de 35% del valor”, añade.