Los empresarios uruguayos dedicados a la construcción inmobiliaria ven con optimismo que su sector haya evitado una caída en la actividad y que incluso esté creciendo en algunos segmentos, como en el de la vivienda promovida mediante beneficios fiscales.
Igualmente, advierten que dada la prolongación de la emergencia sanitaria, es clave para sostener la demanda que se haga más accesible el financiamiento a los compradores y habilitar la entrada al país a extranjeros para que puedan venir a concretar negocios.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU), Leon Peyrou, señaló a Búsqueda que si bien en los últimos meses se observa cierta "cautela", vinculada a la situación sanitaria en Uruguay, la estabilidad de los precios de las propiedades y el hecho de que la economía "no tocó fondo" generan una perspectiva positiva "real" para el rubro. Los negocios tienen hoy una "dinámica interesante", evaluó.
Otro dato que ven con optimismo es el crecimiento que tendrá en el mediano plazo la construcción con beneficios fiscales.
En 2020 se le dieron a 2.526 viviendas, y entre enero-abril de este año ingresaron 2.326 proyectos uruguayos, lo que augura que se llegará a un máximo histórico, analizó en un informe la Cámara de la Construcción. Ese impulso se enmarca en los cambios al régimen aprobados el año pasado, removiendo topes de precios y habilitando los beneficios para la construcción de monoambientes, además de la extensión de las ventajas de las obras de gran dimensión a proyectos medianos.
A la amplia oferta de unidades nuevas (más del 60% de los metros cuadrados construidos y autorizados en Montevideo corresponden a viviendas promovidas) se suma una demanda "firme", señaló a Búsqueda el director del estudio Kaplan, Alfredo Kaplan. "El mercado está activo, no eufórico, pero con un movimiento razonable fundamentalmente en vivienda promovida, porque los inversores que compran para alquilar —y el consumidor final también— ven que la propiedad es una reserva de valor", comentó.
Kaplan agregó que para que exista más demanda "se precisaría que los bancos uruguayos apoyaran con una reducción de la tasa de interés" del crédito hipotecario, facilitando a que más personas accedan.
Peyrou también pidió préstamos "más largos y tasas menores", para que la cuota sea más baja en relación a los ingresos familiares. En la misma línea, Fabián Kopel —socio y director de Kopel Sánchez Arquitectos— indicó que el "ritmo sostenido" de venta podría incrementarse con mejores condiciones de crédito.
"Confiamos plenamente en que apenas empiece a verse la luz (del fin de la pandemia) mucha más gente va a tomar las decisiones" de compra que hoy "está postergando", añadió. Y, con optimismo, afirmó que hay "olas" de consultas de argentinos que están esperando que se levanten las restricciones fronterizas para venir a invertir en una residencia, algo que también alentó esta administración con la flexibilización de los requisitos para obtener la residencia fiscal.
La semana pasada la CIU le pidió al embajador uruguayo en Argentina, Carlos Enciso, gestionar una "excepción" para que puedan ingresar las personas que cumplan con los protocolos sanitarios y tengan una carta de la inmobiliaria que testimonie el interés de concretar una operación en Uruguay. Sería una "franquicia para estar tres o cuatro días", explicó Peyrou.
Para el consultor Daniel Porcaro, "la clave" de lo que está pasando en el mercado está en las expectativas. Consideró que la oferta de apartamentos "va a seguir estando y habrá más inversiones" por las medidas que impulsaron la construcción y la residencia fiscal.
El 2020 fue un año de "sorpresa, porque no profundizó la caída del monto y número de transacciones que venía registrándose desde 2016 en el mercado inmobiliario, sino que se detuvo" con las medidas "acertadas" y la "rápida reacción" de las autoridades uruguayas. También contribuyó la estabilización de los precios de los inmuebles, opinó.