Incentivos fiscales y el buen manejo de la pandemia de coronavirus, entre las causas
Según un artículo de la publicación británica The Ecomomist, los argentinos están analizando en forma casi masiva irse a vivir a Uruguay. ¿Los motivos? Según la prestigiosa revista, principalmente dos: el decreto que emitió el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou el 11 de junio pasado que facilita el asentamiento de los extranjeros a través de beneficios fiscales y el buen manejo que está haciendo el vecino país de la pandemia de coronavirus.
Con respecto a la primera de las ventajas mencionadas, la publicación destaca la iniciativa del Gobierno uruguayo de reducir el valor de la propiedad que una persona debe comprar para calificar para la residencia de USD 1,7 millones a USD 380.000. En ese sentido, destaca que para los dueños de negocios, la inversión mínima se redujo de USD 5,5 millones a USD 1,7 millones. Y añade que la moratoria fiscal de cinco años para ambos tipos de recién llegados se amplió a diez.
De esa manera, los extranjeros ya no necesitan pasar seis meses al año en Uruguay para calificar para la residencia. A partir del 1 de julio la estancia mínima es de 60 días. Los cambios fueron aprobados en agosto por la legislatura.
No obstante, y por muy atractivas que sean esas exenciones fiscales, The Economist afirmó que la gestión competente de Uruguay del Covid-19 puede haberse convertido en un atractivo todavía mayor. En ese punto, destaca que Uruguay tiene la tasa de pruebas más alta y la tasa de mortalidad más baja de América Latina al tiempo que agrega que en Argentina, los casos registrados y las muertes están aumentando.
“La pandemia provocó una estampida”, dijo un agente inmobiliario en Punta del Este en diálogo con la publicación británica. Y agregó que las consultas de los argentinos se multiplicaron por seis desde el año pasado. “Esto tiene los ingredientes de una mini guerra en el Río de la Plata”, advirtió.
En tanto, The Economist destacó que un magnate de la tecnología en el ferry desde Buenos Aires a Montevideo aseguró que lo que lo mueve a mudarse es el miedo por su salud y la de su familia.
Asimismo, afirmó que un contable argentino consultado por el medio también dio sus motivos por los cuales se iría a vivir a Punta del Este. “No puedo sentarme y ver a mi gobierno vaciar mi caja de pensión durante los próximos años con impuestos locos”, detalló el ciudadano argentino.
Mientras que Arturo, un empresario de la provincia de Buenos Aires, que se unió a la conversación en un café relató: “Ya me mudé y mi familia seguirá cuando termine el año escolar”.
Con 3,5 millones de habitantes en un territorio aproximadamente del tamaño de Inglaterra, Uruguay necesita más gente, según el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou.
En tanto, The Economist remarcó que la tasa de fecundidad de menos de dos hijos por mujer se encuentra entre las más bajas de América Latina.
“La proporción de personas mayores de 60 años se encuentra entre las más altas. Los inmigrantes que compran propiedades pueden impulsar la economía al fomentar la construcción. A la larga ayudarán a pagar el estado del bienestar, uno de los más generosos de la región”, detalló.
Para la publicación británica, Lacalle Pou quiere gente de todas partes del mundo, pero su principal campo de reclutamiento es Argentina, cuya población es 13 veces mayor que la de Uruguay.
“Sus asesores dicen que esperan que se reubiquen 100.000 argentinos. Para conciliar la inmigración con la salud pública, Uruguay requiere que los recién llegados sean puestos en cuarentena. En julio, Lacalle Pou concedió una serie de entrevistas a periódicos y televisión en Argentina promocionando los encantos de su país”, destacó.
No obstante, afirmó que gobierno de Alberto Fernández está dificultando la vida de los ricos. “En diciembre de 2019 impuso un impuesto anual de hasta el 2,25% sobre los activos mundiales de ciudadanos y residentes. El Congreso está contemplando un impuesto adicional sobre las fortunas de más de USD 3 millones. Tales huevos de nido estarán seguros al otro lado de la frontera”, aseguró.
Asimismo, consideró que el gobierno argentino está tratando de frenar el éxodo con un decreto que dice que los argentinos que se reubican por motivos fiscales deben vivir en sus nuevas residencias durante al menos seis meses al año. Y que se les permitirá pasar solo 90 días al año en Argentina.
The Economist destacó que a pesar de esas restricciones, unos 20.000 argentinos solicitaron cruzar el Río de la Plata este año.