7 motivos para conocer Punta del Este más allá de sus playas

10 de enero de 2021

Cuando la mayoría de los turistas piensan en Punta del Este, la ciudad balnearia más exclusiva de América del Sur y la más importante de Uruguay, se les viene a la memoria playas amplias y aguas azules, lujosas residencias, enormes yates en el puerto y un destino de veraneo por excelencia. Sin embargo, a diferencia de lo que comúnmente se conoce, no todo es sol, arena y mar.

Tanto por su ubicación como por la naturaleza de su alrededor es posible descubrir, en pocos días, una gran diversidad de paisajes y actividades para hacer. Sierras, viñedos, almazaras, historia, tradición, arte y gastronomía se conjugan y hacen de Punta del Este un destino que invita a disfrutar todo el año y donde no siempre la playa es la única protagonista. En este artículo te proponemos 7 motivos para conocer Punta del Este, más allá de su costa, lo que te permitirá descubrir otras facetas únicas de esta ciudad.

1. Descubrir la ciudad en bicicleta

Subirte a una bicicleta es un buen punto de partida para comenzar a conocer Punta del Este, más allá de sus playas. Pedaleando la ciudad podrás conocer los lugares icónicos y detenerte en puntos estratégicos donde un guía te contará la historia de cada atractivo (en español o inglés). Entre las paradas se destacan el puerto, la Rambla de Circunvalación, el paseo peatonal de la Península; la playa Mansa con aguas calmas y la Brava, con fuerte oleaje. Además podrás conocer la historia de la Punta de Salina donde se encuentra el ancla del Buque Ajak que participó en la histórica Batalla del Río de la Plata en 1939, la única de la Segunda Guerra Mundial que se disputó en Sudamérica. Frente a ella se estableció el límite entre el Río de la Plata y el Océano Atlántico. 

En un tour guiado también visitarás el Faro construido en 1860 para que los navegantes del Río de la Plata y del Océano Atlántico puedan orientarse. Con sus 45 metros de altura, aún se mantiene en perfecto estado y es el símbolo más histórico del balneario. En la zona también están las primeras residencias de verano con estilos arquitectónicos de principios del siglo pasado y la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria. Por último, llegarás al Paseo de las Américas en la Playa Brava donde se encuentra la reconocida escultura de “La Mano” del artista chileno Mario Irarrázabal que representa “el hombre emergiendo a la vida” y que se convirtió en la postal más famosa de Punta del Este.

2. Visitar la Laguna Garzón

La Laguna Garzón se ubica en el límite entre los departamentos de Maldonado y Rocha, que se comunican a través de un puente que es famoso por su inusual forma circular y que fue diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly. Está a sólo unos pocos minutos de José Ignacio y desde el 2014 la laguna fue declarada área protegida por su gran diversidad de fauna y flora.

Este cuerpo de agua de 18 km2 es el escenario natural ideal para practicar el ecoturismo en Uruguay, muy recomendable para aquellos turistas que disfrutan del aire libre y los deportes. Aquí, reina el sonido del viento y el turismo activo. Hay opciones para hacer caminatas, avistaje de aves y reconocimiento de flora hasta deportes náuticos sin uso de motor como stand up paddle, kitesurf, windsurf, kayak, etc. 

3. Adentrarte en las sierras y conocer un pequeño pueblo rural

Ubicado sobre la Ruta 12, a sólo 30 kilómetros de Punta del Este y rodeado de sierras, se encuentra Pueblo Edén, un pequeño pueblo donde apenas viven 50 habitantes permanentes. En sus alrededores hay un importante número de inmigrantes europeos que se dedican a actividades vinculadas a los olivos y la vid. Se trata de un clásico pueblo rural uruguayo donde es más seguro cruzarte con más animales que personas y donde lo único que corre aquí es el viento. Los carteles invitan a tomarse el paseo sin apuro, bajando decibeles entre sus calles de tierra y a olvidarte del stress de la ciudad.

Una escena bien marcada resume el alma de este lugar: una plaza muy prolija pero con pocos niños, una capilla sencilla, construcciones bajas, un puesto de venta de artesanías y una Casita de Chocolate donde se puede degustar el mejor chocolate caliente acompañado de una deliciosa porción de torta casera. 

4. Recorrer el camino de la Vid y los Olivos

A tan sólo 40 minutos de Punta del Este, sobre la panorámica Ruta 12 y muy cerca de Pueblo Edén, se encuentra una parte del circuito de los Caminos de la Vid y los Olivos que permiten descubrir varias alternativas que incluyen la posibilidad de visitar diferentes bodegas y almazaras, conocer los increíbles paisajes serranos del departamento de Maldonado y su excelente gastronomía. 

Lote 8, por ejemplo, se ubica al pie del Cerro Dos Hermanos y su propuesta de todo el año incluye una recorrida guiada por el campo del país que permite conocer sobre la producción de aceitunas y visita a la almazara para descubrir el proceso de elaboración desde la cosecha hasta el envasado de los aceites de oliva extra virgen. Luego se continúa con una cata guiada donde se enseñan las principales características sensoriales y finaliza con una tabla de quesos y fiambres mientras se contempla el paisaje soñado compuesto por sierras y un pequeño campo de lavanda.

Del mismo modo, muchas bodegas de la zona abren sus puertas para los viajeros. El enoturismo ofrece la posibilidad de hacer una escapada por los diferentes viñedos enclavados en colinas ondulantes. En Sacramonte, ubicado en las Sierras de Carapé e inmerso en el monte indígena uruguayo, se cultivan las uvas Tannat (la cepa insignia del Uruguay), Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah y Marselan. Allí se ofrece una experiencia distinta que incluye un recorrido por los viñedos, paseos a caballo y degustación de un asado de cordero o jabalí a las brasas preparado de la forma tradicional uruguaya. También se puede contemplar una increíble puesta del sol desde el mirador del cerro de la mano de un exquisito vino para relajar. Y para quien lo desee está la opción de hospedarse allí en modernos refugios premiados internacionalmente por su diseño que combina confort y sustentabilidad. 

5. Revivir las tradiciones charrúas en Pueblo Gaucho

Este verano se inauguró una propuesta única y novedosa en Uruguay: Pueblo Gaucho, un parque temático que reconstruye la historia uruguaya y homenajea sus raíces. Se encuentra ubicado en un predio de tres hectáreas, a sólo 15 minutos en auto del centro de Punta del Este y permanecerá abierto durante todo el año.

Recrea edificaciones y costumbres de la vida rural de la campaña oriental, desde el siglo XVIII hasta principios del XX. Posee una capilla, un hospital con instrumental de época, una escuela, un correo, una comisaría, un casco de estancia, una pulpería, una herrería, galpones de esquila y hasta una estación de trenes. En un recorrido de una hora y media se enseña, principalmente a los turistas extranjeros, cómo se construyó la patria uruguaya. Una propuesta novedosa que combina naturaleza, recreación, historia y cultura. Ideal para visitar en familia.

6. Realizar paseos en barco por la costa uruguaya

Otra manera distinta de descubrir Punta del Este es a través de los paseos en barco. Desde el puerto de la ciudad salen varias embarcaciones con distintas propuestas. Las más solicitadas son las excursiones a la Isla Gorriti y a la Isla de Lobos. La Isla Gorriti es un refugio silvestre lleno de vegetación a 20 minutos de navegación desde el puerto. Es un importante sitio histórico que se puede visitar diariamente, cuenta con dos playas y se pueden realizar caminatas por senderos marcados para conocer las ruinas consideradas Patrimonio Histórico Nacional. Otro paseo imperdible, tanto para adultos como para niños, es la Isla de Lobos, que con sus 41 hectáreas, es la reserva natural más importante de lobos marinos de América del Sur con más de 200.000 ejemplares.

7. Admirar el atardecer en Casa Pueblo

Uno de los mejores lugares para ver el atardecer en Punta del Este es, sin lugar a dudas, Casa Pueblo. Se trata de una de las construcciones más emblemáticas del país, obra del artista uruguayo Carlos Páez Vilaró que se ubica sobre los acantilados rocosos de Punta Ballena, a 15 km de Punta del Este.

Además de admirar la impresionante arquitectura modelada con cúpulas, pasadizos y túneles que se asemeja al estilo de la isla griega de Santorini, allí podrás pasear por sus cinco salas donde se exhiben pinturas, cerámicas y esculturas realizadas en distintas etapas artísticas. Pero el gran imperdible del lugar es contemplar una de las puestas de sol más sorprendentes. Desde su principal terraza, cada atardecer representa una ceremonia mística digna de ver al menos una vez en la vida.

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