Luego del cierre de fronteras, quienes poseen propiedades en Uruguay están preocupados por no poder viajar frente a la falta de habilitaciones de las autoridades.
Los argentinos con propiedades en Uruguay, que suelen pasar la temporada de verano en las soleadas costas del vecino país, tendrán algunas dificultades para concretar ese plan este año.
Tras la noticia anunciada por el presidente Luis Lacalle Pou de mantener las fronteras cerradas para un mayor control sanitario, quienes quedaron afuera de la lista de excepciones, como el caso de los propietarios no residentes, manifestaron su preocupación por la continuidad de dichas normas.
“Por ahora estamos con el cierre de fronteras, pero se está analizando, es un tema que está en discusión”, le confirmó a diario Hoy, Enrique Antía, intendente reelecto de Maldonado para el período 2020-2025.
El funcionario, de gran trayectoria en el Partido Nacional, afirmó que en las últimas horas mantuvo reuniones con el ministro de Salud, Daniel Salinas, y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, donde analizaron estas cuestiones.
“El cierre de fronteras se hizo porque hay otro tipo de turismo que no son los propietarios y se corre un riesgo muy grande. Tenemos que cuidar a todos, a los nuestros y a los que nos visitan. Se están analizando opciones”, concluyó Antía, y dejó una puerta abierta para una posible solución.
Cabe aclarar que el 11% de los turistas argentinos tiene una casa propia o familiar en Uruguay, un número que rondaría las 200.000 personas. El dato lo presentó en 2017 el entonces ministro de Economía, Danilo Astori, en el Congreso de Desarrollos e Inversiones Inmobiliarias en Buenos Aires. La cifra hoy en día sería superior.
“Somos propietarios, dejamos la casa alquilada en febrero, nunca pudimos entrar para cerrarla adecuadamente por el invierno. Pagar impuestos, servicios como mantenimiento de jardinería, etc, es cada vez más engorroso. Más allá que si uno es propietario pretende poder usar su propiedad”, le dijo a este multimedio una argentina que posee una casa en Punta del Este desde hace cuatro años.
Respecto a cómo poder solucionar la problemática, el Consulado uruguayo ofrece la opción de poder pedir la residencia, sin embargo muchos no están de acuerdo. “No es algo que queremos hacer, queremos residir en Argentina, hacerlo sería una mentira, porque no pretendemos residir. Esperamos esperanzados en que cambie la norma, queremos tener todos los cuidados y hacer cuarentena, ya que tenemos dónde”, sostuvo la mujer.
La bronca de los propietarios pasa por que no fueron considerados en la lista de excepciones. “El tema es que gente que va a hacer potenciales negocios o quiere mudarse sin trabajo obtiene la residencia del Mercosur y los que ya invertimos no podemos. De todas maneras, entiendo los miedos de los uruguayos”, cerró.
En los últimos días, tomó relevancia la denuncia de una vecina de Punta del Este que avisó a través de las redes sociales sobre el caso de dos familias argentinas que llegaron y no respetaron la cuarentena. El propio ministro de Salud se hizo cargo de lo que ocurrió e informó que se “tomó cartas en el asunto”.
Además, como venimos informando, el gobierno estudia un mecanismo legal para que los extranjeros con permisos que incumplan la cuarentena obligatoria sean expulsados del país e imputados por la Justicia.
Asimismo, según el Decreto Nº93/020 aquel que viole las normas sanitarias “será castigado con tres a veinticuatro meses de prisión”.
Playas
Quienes sí se encuentran con la expectativa, ante la negatividad del ingreso, son las playas brasileñas, que esperan poder captar a los miles de turistas que pensaban visitar Punta del Este. Sin restricciones por Covid-19, tampoco obliga a hacerse test de coronavirus, a diferencia de otros países.
“La semana pasada, los destinos de Brasil aumentaron un 40% su participación con respecto a las dos semanas anteriores. Los destinos pre¬feridos son Río, San Pablo, Florianópolis, Fortaleza, Natal, Salvador y Recife”, sostuvo Paula Cristi, gerente general de Despegar para Argentina y Uruguay.
La temporada de verano se acerca y la pandemia sigue más presente que nunca. Es por eso que cada una de las decisiones deben ser analizadas una y otra vez, y pueden con determinadas circunstancias volver a cambiar, tanto para restringir más la circulación como para permitir posibles aperturas.