Aprovechan el desarrollo de plásticos en Uruguay para generar un medio de pago alternativo que está sujeto a incentivos fiscales. Se necesita, con todo, llegar con dinero en efectivo, cambiar por pesos uruguayos y luego cargar saldo en las tarjetas. Permite pagar un dólar de algo más de $70 frente a los $82 del “dólar solidario”.
Los comerciantes de Punta del Este y Uruguay en general están preocupados por el impacto que va a tener sobre la temporada de verano el “dólar solidario” que pagan desde esta semana los argentinos por sus consumos en el exterior. Por eso, están desarrollando todo tipo de estrategias con las que tratar de morigerar el impacto de las medidas cambiarias argentinas sobre el bolsillo de los turistas. La última es impulsar el uso de tarjetas prepagas que se consiguen en el país oriental, con la idea de que puedan obtener un tipo de cambio más favorable, totalmente libre del impuesto argentino a las operaciones cambiarias y útil para no tener que llevar efectivo encima en todo momento.
La idea de los comerciantes uruguayos es recurrir a tarjetas prepagas, unos plásticos similares a una tarjeta de débito que no están asociadas a ninguna cuenta bancaria. Se cargan con dinero y luego se va utilizando para hacer pagos electrónicos, sin usar efectivo.
La empresa Mastercard extendió el uso de ese tipo de plásticos en el país desde que en 2014 se sancionó la Ley de Inclusión Financiera, que fuerza a que todos los pagos de salarios se hagan por medios electrónicos. Existen en Uruguay unos 1000 comercios que emiten en el momento estas tarjetas que son innominadas, no tienen titular, con sólo presentar DNI y fotocopia. Están pensadas para residentes uruguayos, pero no hay ninguna traba para que las tengan también extranjeros y por ello es que buscan aprovecharlas en esta situación.
El mecanismo es el siguiente. Las tarjetas se emiten en Entidades de Servicios Financieros, unos comercios que sin llegar a ser bancos, funcionan como casas de cambios y otras prestaciones bancarias. El turista que llega, por caso, con pesos argentinos en efectivo tiene que comprar pesos uruguayos en el lugar para poder cargar fondos en la tarjeta prepaga y, a partir de ese momento, manejarse con ese plástico durante sus vacaciones.
“Es realmente muy sencillo y no requiere de grandes trámites, sólo existe como limitante no superar los USD 10.000 porque en ese caso empiezan a jugar normas antilavado”, dijo Juan Martínez Escrich, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo.
La ventaja está en que, al ser una operación en efectivo y fuera del sistema financiero argentino, la operación de cambio de pesos argentinos por pesos uruguayos no está sujeta al 30% de recargo del Impuesto PAIS. Por supuesto, además, cada pago con esa tarjeta no tributa en la Argentina porque es un plástico emitido en Uruguay.
Pero además, al usar una tarjeta -más allá de la practicidad de no llevar efectivo encima- se accede a beneficios fiscales de los que gozan los uruguayos. Entre otros ejemplos, un 24% de descuento al impuesto a los combustibles combustibles en zona de frontera, 9 puntos de IVA en consumos gastronómicos a los que se le suman 4 más por el uso de un medio electrónico para el pago. Y en el caso de estadías hoteleras, la reducción de IVA se consigue con la presentación de un documento extranjero.
“Es una forma de aprovechar un sistema que está desarrollado desde antes y, aunque al ser una tarjeta basada en Uruguay no permite gozar de todos los reintegros impositivos para turistas extranjeros, termina siendo más conveniente que tener los descuentos pero pagar el 30%”, dijo Álvaro More, director de Young & Rubicam Uruguay.
La clave del sistema, entonces, es el tipo de cambio que pagan los turistas al pasar de pesos argentinos a pesos uruguayos. Y, en ese punto, las Entidades de Servicios Financieros junto con la Cámara Uruguaya de Turismo hablan de “un esfuerzo” que van a hacer los cambistas a quienes lleguen buscando estas tarjetas prepagas.
“El cambio está muy volátil en Uruguay al ser totalmente libre lo que genera que el margen entre compra y venta puede ser muy grande, nuestro compromiso es reducir el margen todo lo posible para potenciar el turismo", dijo Darío Álvarez, gerente general de Gales Servicios Financieros.
“Así, mientras que al día de hoy la punta compradora está entre 0,35 y 0,40 uruguayos por peso argentino, en este momento estamos en condiciones de pagar hasta 0,50, es decir 50 pesos uruguayos por cada 100 argentinos, aunque son números que no se pueden asegurar ya que los tipos de cambio se mueven constantemente”, agregó.
En caso de pagar con una tarjeta emitida en la Argentina, en cambio, los turistas deberían enfrentar un tipo de cambio del orden de $0,35 a $0,40 uruguayos por peso argentino y, por sobre eso, pagar el 30% de Impuesto país. Pasado a dólares, el uso de la tarjeta prepaga implica obtener un dólar en torno a $70 frente a los casi $82 a los que se paga el “dólar solidario”.
Según datos del Ministerio de Turismo de Uruguay, en los tres primeros trimestres de este año 1.300.000 argentinos visitaron el país. El segundo origen más importante para el turismo uruguayo, Brasil, aportó 330.000 visitantes en el mismo período. Los turistas argentinos gastan a razón de USD 100 al día en ese destino. De ahí la dependencia de los sitios de veraneo del turismo argentino.