Entrevista a José Luis Litman, arquitecto y desarrollador que trabaja hace 43 años en Uruguay, Argentina y Costa Rica.
El arquitecto José Luis Litman trabaja haciendo desarrollos hace 43 años tanto en Argentina como en Uruguay, Estados Unidos y Costa Rica. Aunque lleva adelante sus propios emprendimientos, también trabaja para otros, de acuerdo al capital que sea necesario para ejecutar obras de mediana y gran escala, su especialidad.
Al mercado costarricense llegó a través de un concurso internacional que ganó gracias a contar con un extenso portfolio en Punta del Este. En diálogo con ARQ, cuenta su experiencia en cada uno de los mercados.
— ¿Qué cambió en Punta del Este desde los ‘80 a esta parte?
— Antes se hacían casas para el verano, se construían muy rápido y eran “cancheras” pero del 1° de marzo al 1°de diciembre te tenías que ir. Algo así pasaba también en Miami, que solo vendía la vista al mar, pero entrabas a los departamentos y eran horribles.
Hoy en Punta del Este tienen la máxima tecnología, incluso mejor que en Buenos Aires. Esto hace que el usuario tenga el mejor confort todo el año, con temperaturas altas en verano y frías y húmedas en invierno. Se hacen buenas construcciones de uso permanente.
— ¿Si como desarrollador tuvieras la posibilidad de contar con un capital sin límites, qué país elegirías para construir?
— Lo veo desde tres aspectos. En la Argentina los inversores pueden esperar para la venta porque está muy barata la construcción y sigue siendo una gran metrópolis. Y Nueva York y Miami porque son ciudades en donde el precio puede bajar un poquito pero siempre van al alza. Esto porque la tierra es muy limitada.
Luego, como país estable y de negocios claros y sencillos: Uruguay. Venimos trabajando con éxito gracias a la suma de la inteligencia de los desarrolladores y la excelencia en el producto, lo que permite vender a valores infinitamente altos.
— ¿Y Costa Rica?
— Es el Punta del Este del hemisferio norte. En realidad, la península Guanacaste, donde están las cadenas más ricas del mundo. Four Seasons, J. W. Marriott, tienen sus proyectos más importantes del mundo allí. Hacen inversiones de mil millones de dólares porque para los europeos y estadounidenses es un lugar silvestre, con factibilidad económica, buena asistencia sanitaria y y temperaturas de un promedio de 28°.
Costa Rica es un país muy “americanizado”, muy educado, con moneda estable. La segunda o tercer vivienda de la gente más rica del mundo está ahí. Europa, Estados Unidos y ahora Argentina empezó a invertir fuertemente.
— ¿De qué origen son tus inversores?
— Son argentinos, uruguayos, estadounidenses y costarricenses.
— ¿Todos tienen el mismo perfil?
— No, tengo inversores a los que les gusta comercializar diferentes productos. El que se dedica a vivienda más económica hasta el que prefiere la altísima gama. Esto sería un producto con todo lo mejor, amenities exclusivos, terrenos con vistas espectaculares y la mejor calidad de construcción.
— ¿Buenos Aires puede ofrecer productos de altísima gama?
— Sí, pero hay pocos. Nunca podemos competir con Estados Unidos o cualquier otro país del primer mundo. El estadounidense o el europeo de mucho dinero construye al doble de valor que en la Argentina. Por eso en el hemisferio norte ves ventas de propiedades desde 20 millones de dólares hasta 100 millones. Eso no pasa en el Río de la Plata.