La iniciativa cuenta con aportes por más de USD 2,6 millones de donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y una contraparte del gobierno uruguayo de USD 15 millones.
La Cuenca del Santa Lucía, las lagunas de la costa atlántica, las Serranías del Este y las Quebradas del Norte fueron seleccionadas para la implementación de un proyecto que cuenta con aportes por más de USD 2,6 millones de donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y una contraparte del gobierno uruguayo de USD 15 millones que busca fortalecer las capacidades sistémicas, financieras e institucionales para la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de la tierra, mejorando la eficacia y la sostenibilidad de la gestión de las áreas protegidas, la administración de tierras privadas y el bienestar humano. De esta manera, se hace foco en contar con las herramientas necesarias para asegurar la preservación de los recursos naturales incluyendo el agua, los servicios ecosistémicos, la prevención de la contaminación y la generación y uso sostenible de la energía, promoviendo el desarrollo local y la creación de medios de vida.
Desafío
A su vez, esta iniciativa, establece que a partir de las lecciones aprendidas en los territorios seleccionados se repliquen las experiencias en otras zonas del país.
Durante el taller de inicio del Proyecto —en el que se delineó el plan de trabajo y los resultados esperados— el ministro de Ambiente Adrián Peña, destacó la elección de los territorios para su implementación, ya que “salimos de la zona de confort en torno a áreas con un uso relativamente de bajo impacto, para enfrentarnos al desafío de restaurar la naturaleza y restablecer equilibrios perdidos al servicio de la calidad ambiental y la vida de sus habitantes”.
Peña resaltó la importancia de integrar la Cuenca del Santa Lucía, “ya que ésta es una de las que tiene usos más intensivos, lo que implica un desafío en torno al manejo integrado para la mejora de la calidad del agua”.
A su vez, el jerarca destacó la incorporación “de instrumentos económicos y financieros para el abordaje de estos temas en diálogo con los actores privados”, y agregó que “precisamos a todos los actores, públicos y privados, para “promover nuevas formas de producción”.
Políticas públicas
El proyecto “Consolidando políticas de la biodiversidad y la tierra como pilares del desarrollo sostenible” será ejecutado por el Ministerio de Ambiente —a través de la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Dinabise)— junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como agencia de implementación. A su vez, involucra la participación y cofinanciación del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), Ministerio de Turismo (Mintur), OSE y las intendencias de Canelones, Montevideo, Rivera y Rocha.Por su parte, Stefan Liller Representante de PNUD en Uruguay, se refirió a este proyecto como “un proyecto territorial con vocación de articulación con intendencias y comunidades locales”, que tiene entre sus líneas de trabajo “aportar en la línea de mitigación del cambio climático en áreas protegidas” y se refirió además a nuevos ingresos al Sistema.