Desde obtener la residencia fiscal e instalar una compañía, hasta radicar un automóvil comprado en un tercer país, la administración de Lacalle Pou baja la presión impositiva en busca de inversiones.
A poco menos de dos meses de asumir, el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anticipó que planea flexibilizar regulaciones para atraer a empresarios argentinos: su intención es que lleven su dinero al país vecino y que, incluso, se muden.
Hoy, diez meses después de que tomó el control del Poder Ejecutivo, la administración actual llevó adelante un paquete de medidas en donde plantea fuertes beneficios impositivos para las personas y los capitales que se quieran instalar en ese país.
“Uruguay por distintas razones tiene la posibilidad de convertirse en un lugar de llegada, no solo de vecinos del Mercosur, sino del mundo. Y nosotros ahí tenemos algunas cosas para hacer”, aseguraba el líder del Partido Nacional. Ocho meses después de estas palabras, Uruguay bajaba drásticamente los impuestos para intentar captar fondos y talentos.
La primera de las medidas que tomó Lacalle Pou fue a través de un decreto de necesidad y urgencia en donde flexibiliza aspectos para obtener la residencia fiscal. El primero es que el monto del valor de inversión en propiedades bajó de USD 1,7 millones a USD 380.000 y el tiempo de residencia requerido bajó de 180 días a 60 en un año.
Pero el punto más importante es que en el caso de tener una empresa que se quiera radicar, en la previa a esta modificación el interesado tenía que hacer una inversión de USD 5,3 millones y ahora la nueva cifra es de USD 1,6 millones, pero se le agrega la condición de que tiene que garantizar 15 empleos directos.
El segundo pasó llegó a través de una ley que sancionó el Congreso uruguayo a expensas de un proyecto presentado por el Ejecutivo en donde se ampliaban los incentivos tributarios para quienes obtengan la residencia fiscal uruguaya e inviertan en el vecino país. Es lo que popularmente se conoce como “vacaciones fiscales”.
La ley sancionada consolida el beneficio ya existente en el ordenamiento tributario uruguayo para las personas físicas que adquieran la calidad de residentes a partir del ejercicio 2020 para elegir por alguna de las siguientes ventajas:
- Optar por no tributar el Impuesto a la Renta de Personas Físicas –IRPF– por las rentas pasivas obtenidas en el exterior por los ejercicios fiscales de los próximos 10 (diez) años.
- Optar por tributar el IRPF por los rendimientos de capital mobiliario del exterior desde el ejercicio en que se adquiere la residencia fiscal, y en forma indefinida (salvo eventual cambio legislativo), a la tasa del 7% (la tasa general del IRPF para este tipo de rendimientos es del 12%).
La última modificación también llegó de la mano de un decreto. En este caso, la tercera pata del plan con el que Lacalle Pou busca atraer inversiones a Uruguay se traduce en una modificación del régimen de promoción del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas, incluida la eliminación de los topes y la ampliación de los plazos para poder acceder.
Luis Lacalle Pou decidió impulsar un nuevo régimen simplificado y reducir la carga tributaria a los nuevos capitales que ingresen al país. Así, dispuso que se libere a las empresas de hasta el 90% del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE). Esto se traduce en una baja de 10% al 2,5% de la tasa efectiva anual a pagar. Antes de este decreto, las empresas que llegaban a Uruguay podían obtener este beneficio hasta el 80% mientras que para las ya establecidas era del 60%, según explica el diario El País de Uruguay.
Además, se extiende el plazo mínimo de acceso al beneficio de tres a cuatro años. Y, por último, el decreto de Lacalle Pou –que tiene que ser aprobado en el Congreso del vecino país– modifica el escenario para las inversiones ya instaladas y en desarrollo. Hasta ahora, señalaba que los proyectos que ya habían realizado más del 20% de la ejecución no podían acceder al beneficio. Ahora, eliminan ese porcentaje.
Lo que viene
Pero los beneficios no son solo fiscales. O sí. En la ley de Presupuesto que están trabajando los legisladores uruguayos hay un artículo que incluye un beneficio adicional para aquellos que están pensando en mudarse al vecino país.
Según explicó a Infobae Federico Otegui, del estudio Sasovsky Asociados Uruguay, “hasta ahora el paquete incluye la flexibilización para acceder a la residencia fiscal por inversiones y la aprobación de las vacaciones fiscales por 10 años. La novedad está en que hay un artículo en la ley de presupuesto que permite a todos los extranjeros y en particular a los migrantes del Mercosur poder entrar sus bienes muebles que formen parte de su alojamiento, incluyendo un automóvil comprado en el exterior, libre de impuestos”.